¿Sabías que los océanos almacenan el 90% del calor excesivo que se encuentra en la atmósfera?
El CO2 (dióxido de carbono) es un importante gas de efecto invernadero que regula la temperatura de la atmósfera y la química del agua en el océano. A su vez, en su forma orgánica, provee la energía necesaria para el crecimiento de plantas, animales y microorganismos.
Este importante elemento contribuye a mantener la temperatura haciéndola tolerable para la biomasa y permitiendo que la vida pueda desarrollarse en el planeta. Al intercambio de carbono entre el océano, la tierra y la atmósfera se lo conoce como ciclo de carbono, ciclo en el cual los océanos tienen un papel protagónico.
El océano contiene 50 veces más carbono que la atmósfera y, debido a la capacidad calorífica del agua, almacena la mayor parte del exceso del calor que emite el sistema climático (más del 90%). Al tener esa capacidad, se convierte en un regulador de la temperatura del planeta, lo que se manifiesta en un aumento de su propia temperatura.
Los investigadores coinciden en que hubo un aumento del contenido de calor en la capa superior del océano desde 1955 hasta el presente. Los registros indican que desde 1982 hasta la fecha la temperatura de la superficie del mar tuvo un aumento considerable de 0.25 Cº. Este aumento tiene una gran importancia dado que impacta en la capacidad del océano de absorber CO2: a mayor temperatura, disminuye la solubilidad del gas en agua y se reduce la capacidad de absorción.
El calentamiento del océano tiene múltiples consecuencias, entre otras, la expansión del agua que provoca el aumento del nivel del mar y que, además, contribuye al derretimiento de glaciares y capas polares. Esto a su vez genera un aumento del nivel de CO2 y disminuye la capacidad del océano de almacenar el carbono atmosférico. Estas alteraciones impactan en la capacidad de absorber calor y, por lo tanto, tienen como consecuencia un aumento de la temperatura media del planeta, generando inconvenientes y alteraciones en todos los ecosistemas.
La única forma de disminuir la temperatura de los océanos es reducir notablemente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, aunque reduzcamos de forma inmediata las emisiones de dióxido de carbono a cero, los gases que ya hemos liberado a la atmósfera tardarían años en disiparse.
El espacio Planeta dinámico del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva propone un fascinante recorrido para comprender la dinámica de nuestro planeta y la interrelación entre los elementos de la naturaleza y los seres humanos.
FUENTE: http://www.tecnopolis.mincyt.gob.ar/sabias-que/6159/